Con machete en alto los campesinos de San Salvador Atenco han llevado adelante una lucha que se ha convertido en ejemplo de coraje y dignidad. Habiendo impedido la construcción del aeropuerto sobre sus tierras, el ahora Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra trascendió las demandas de esa coyuntura reivindicando el derecho de los pueblos a la tierra, a la autodeterminación, a la dignidad. A 4 años de la represión brutal del 3 y 4 de mayo de 2006, Atenco no se rinde, hoy día encabeza una resistencia cuyo imperativo innegociable es -a poco tiempo del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)- la liberación irrestricta de los presos políticos.
El 22 de octubre de 2001, durante el gobierno de Vicente Fox, el entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, da a conocer que la sede alterna del aeropuerto internacional de la Ciudad de México sería construida en Texcoco. En el Diario Oficial de la Federación se anuncia la expropiación de 5,091 hectáreas de cultivo que serán pagadas al irrisorio precio de 7.20 pesos el metro cuadrado, de estas, 3,700 hectáreas ejidales corresponden al municipio de San Salvador Atenco.
Entonces la indignación y con ésta la férrea resistencia. Desde aquel momento Atenco inicia una movilización política enérgica que se niega rotundamente a aceptar la imposición, que definitivamente no negociará, y que no daría tregua sino hasta el anuncio de la cancelación del proyecto en Texcoco y la abrogación del decreto expropiatorio, el 1 de agosto de 2002.
3 y 4 de mayo de 2006
La victoria fortaleció el movimiento y posibilitó su vinculación del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) con otras luchas y resistencias del Estado de México y de otras regiones del país.
En 2006 el Frente se solidariza con los floricultores de Texcoco que comercian sus productos en la vía pública, ante la amenaza de ser desalojados y despojados de su fuente de subsistencia. El 10 de abril, campesinos de la región llevan sus hortalizas para vender en el mercado Belisario Domínguez, pero cerca de 100 policías municipales y 20 funcionarios del Ayuntamiento les impiden instalarse, dos días después se produce un enfrentamiento al resistir a un desalojo. Posteriormente inician negociaciones con las autoridades y acuerdan que a partir del 3 de mayo podrían continuar la venta de flores con normalidad. El Frente, liderado por Ignacio del Valle, asiste a ser testigo de la instalación de los puestos en el centro histórico. Al llegar al sitio los esperaba la policía estatal y municipal. El acuerdo había sido incumplido, inicia la provocación.
Los floricultores son desalojados de manera violenta después de un fuerte enfrentamiento. Transcurre todo el día en tensión. Se organizan bloqueos en la carretera Lechería-Texcoco y hay enfrentamientos entre policías y atenquenses. Empiezan las detenciones y la policía asesina de un disparo a quemarropa a Javier Cortes de 14 años. El FPDT mantiene en el auditorio Emiliano Zapata a 11 policías retenidos.
El 4 de mayo, con lujo de violencia, más de 3, 000 efectivos federales y estatales toman por asalto el pueblo de San Salvador Atenco. Los policías fuertemente armados, lanzaron gases lacrimógenos, allanaron casas sin orden judicial, golpearon brutalmente a todas y todos los que encontraron a su paso, hombres, mujeres, niños o ancianos. La saña y brutalidad ejercida -propia de la practica contrainsurgente- no dejan lugar a dudas, se trataba de una venganza hacia el pueblo rebelde, de un castigo ejemplar a la resistencia, de sembrar el terror ante la “amenaza popular”. Los saldos de esta violencia bárbara son aberrantes: Javier Cortes de 14 años muerto por un impacto de bala; Alexis Benhumea, estudiante y artista muere también después de 1 mes de agonía a causa del impacto de un proyectil de gas lacrimógeno; 217 detenciones violentas, ilegales y arbitrarias; todos los detenidos fueron golpeados, torturados, y sus derechos humanos pisoteados en medio de un proceso jurídico plagado de irregularidades; las mujeres fueron torturadas sexualmente y 45 de 47 fueron violadas.
Los acontecimientos del 3 y 4 de mayo de 2006 pasan a formar parte de la historia como uno más de los episodios vergonzantes en el que el Estado vuelca toda su violencia contra la resistencia popular.
Ante este golpe brutal y a pesar del desgarramiento colectivo que han significado los atropellos, el hostigamiento, las vejaciones, el encarcelamiento injusto de compañer@s, Atenco ha mantenido empuñado el machete en alto, con coraje y sin titubeos, el machete bien en alto con fuerza y sin concesiones en las luchas que ya son una sola y que es de tod@s y para tod@s: la lucha por la dignidad.
Justicia para Atenco, para los 12 presos: ¡LIBERTAD AHORA!
POR: Comité Unidad y acción por la Libertad de los Presos Políticos de Atenco
Contacto: porlospresosdeatenco@gmail.com
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